El Hombre Pez

Relatos Propios

Me dijeron que Francisco se volvió a la mar. Que alguien lo vio echarse al agua y nadar río abajo sin mirar atrás, como la otra vez, hace casi diez años ya. Que María, su madre, salió a buscarle por el pueblo al ver que no regresaba con la anochecida, que lo llamó a voces y a silbidos hasta que le dijeron de su salto al río. Bajó hasta las peñas donde su hijo solía sentarse a mirar las aguas, indiferente ante el tiempo y ante los hombres, pensando dios sabe qué. María sintió que nunca volvería a verlo.

Bocabajo

Viajes

«Los poderosos, por su parte, viven ambicionando siempre una mayor fortuna. Los humildes que deciden vivir solos reciben el desprecio de la gente. Los que tienen muchas posesiones acarrean muchos desvelos, mientras que los desposeídos padecen incontables sufrimientos. Aquel que busca ayuda se convierte en esclavo y el que se da a los demás queda prisionero de su propio afecto. El que acata las reglas de este mundo sufre en consecuencia, pero el que no lo hace se nos presenta como un loco. Donde sea que vivamos y hagamos lo que hagamos, ¿es posible acaso que por un solo instante hallemos cómo descansar nuestro cuerpo y cómo apaciguar nuestro corazón?»
Kamo No Chomei – Pensamientos desde mi cabaña (1212)

Sobre los clásicos

Viajes

«Vivamos, Lesbia mía, y amemos;
los rumores severos de los viejos
que no valgan ni un duro todos juntos.
Se pone y sale el sol, mas a nosotros,
apenas se nos pone la luz breve,
sola noche sin fin dormir nos toca.
Pero dame mil besos, luego ciento,
después mil otra vez, de nuevo ciento,
luego otros mil aún, y luego ciento…
Después, cuando sumemos muchos miles,
confundamos la cuenta hasta perderla,
que hechizarnos no pueda el envidioso
al saber el total de nuestros besos»

La Huidiza Suerte

Viajes

“- ¿Qué piensas?
– En nada.
– No se puede pensar en nada, eso me dices tú a mí.
– No sé… que qué coño me mandaría a mí meterme en La Confianza, estudiar Económicas y perder la juventud y la vista en unos libros que no sirven para nada…
“Llevo 42 años pensando que lo que vivía no era importante porque era como… como provisional, como si estuviera esperando destino. Yo creía que iba hacia una vida maravillosa, y mientras estaba en la cola esperando, pues trabajaba y estudiaba como un negro porque tenía que ser así… porque más adelante iba a llegar mi vida, mi verdadera vida.
“¿Y sabes qué pasa? Pues que ya ha llegado.
– Y va y no te gusta.
– Y va y no me gusta.