
«Si fuera a Religión tendría que confesar al cura un pecado original que cometí el otro día. Pero como voy a Ética sólo te lo voy a contar a ti que me has caído bien, y a media España que también me ha caído bien, porque yo no soy de los que van por la calle preguntando: «Oiga, perdone, ¿es usted cura? ¿Me quiere confesar un pecado bastante original?».