No, no era aquí

Viajes

La vida traza líneas al azar que se convierten en caminos. Los caminos se entrelazan. Los caminos se recorren. Y, a veces, andando los caminos llegas a cruces que crees reconocer. Y paras y quieres dejar constancia de tu paso. Que las líneas de la vida te han llevado hasta allí.

Paradela de Lor 001

Da igual que ésta no fuera la Paradela que creí. Las líneas del azar, círculos sobre la piel del agua que se expanden. No hay final mientras queden los recuerdos. Y nunca sabes qué dispara un recuerdo.

17 comentarios en “No, no era aquí

    1. [Ya te había conocido, Tejón 😀 Que somos cuatro gatos]
      No, no lo sentí como algo triste: más bien con algo de asombro sobre lo que digo, las líneas que te llevan a parar en un rincón desconocido porque crees reconocer el «apodo» de alguien que, en mi caso, conocí sólo de refilón y virtualmente, pero que es y fue importante para amigos – a los que también unicamente conozco de forma virtual, pero que, después de los años, siento muy cercanos.

      Que, al final, la entrada es un «homenajillo» a nosotros mismos y los lazos que nos unen 😀

      Un fuerte abrazo

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  1. Que bonito Xibeliuss. Hoy ha sido un día extraño, intenso en algunas emociones que parecían dormidas, perdidas quizás. Todo vuelve. ..Lo bueno también. .Un antiguo amigo hoy, también, encontrado por casualidad en una de esas líneas que describes, me dijo que se alegraba mucho de que la vida fuese a veces circular, y no en línea recta.
    Un día ideal para equivocarse de línea, y encontrar entonces la Paradela que sí es. Aquí 🙂

    Un besote:)

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    1. Gran frase la de tu amigo: Sí, es una suerte que a veces la vida también se haga circular. Y hay que estar preparado siempre.
      Un fuerte abrazo, Moni

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  2. Retomando a Machado y añadiendo unas gotas de mixtura de filosofía zen: el camino no estaba cuando llegué. Lo fui haciendo poco a poco según caminaba.
    Un saludo, Xibelius.

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  3. Los caminos ayudan a comunicarse.
    Algunos nos llevan a donde queremos llegar, otros no.
    Pero siempre hay caminos por recorrer….

    Que tus caminos te lleven a compartir, siempre son interesantes.
    Hasta luego…

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    1. Gracias, Ines. Los caminos tambien dependen de la actitud con la que los recorras. Si lo haces sin mirar, sin ganas de aprender, de quedarte con los recuerdos y las lecciones, no son caminos sino desplazamientos.
      Un abrazo y hasta luego. Así mejor 🙂

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  4. Nuestra vida es un camino que hay que recorrer, con tipo tipo de accidentes, encrucijadas, que van dejando sus huellas en nosotros.
    Un abrazo.

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    1. Así es. Creo, como digo más arriba, que todas esas huellas también dependen de nosotros y la actitud con la que recorremos el camino. No quiero parecer «transcendente» – en el peor sentido posible, jeje – pero estoy convencido de ello.
      Abrazos, Valverde

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    1. En realidad, Ñoco, yo no la conocí, no fui seguidor de su blog. Entré de manera ocasional y veía sus comentarios en otros blogs. Como tú, por la reacción de otros amigos, tengo la sensación de haberme perdido algo que valía realmente la pena. He leído ahora varias de sus entradas y así era, aunque ahora la sensación de ver sus entradas me resulta un tanto… distinta.
      Abrazos, Ñoco

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  5. Caminos que se bifurcan, recorren miles de kilómetros separados, sin relación, admirando paisajes dispares, y que al final, sin venir a cuento, se vuelven a encontrar formando otra vez ese único. O quizá no, siguen y siguen dividiéndose y subdividiéndose; unos muriendo en el mar, otros fusionándose entre sí y otros perdiéndose por los montes. Los caminos se igualan a la vida de los hombres o, como bien adviritó Jorge Manrique, a los ríos que van a parar al mar.
    Un saludo

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    1. Sí, pero luego también esos caminos tan separados resulta que nos conectan estrechamente. Es como el «Experimento del Pequeño Mundo», de Milgram: la famosa – tal vez no tan errónea – teoría de «Seis grados de Separación» entre todos los humanos del mundo.
      Saludos, Carmen

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