El Hombre Pez

Relatos Propios

Me dijeron que Francisco se volvió a la mar. Que alguien lo vio echarse al agua y nadar río abajo sin mirar atrás, como la otra vez, hace casi diez años ya. Que María, su madre, salió a buscarle por el pueblo al ver que no regresaba con la anochecida, que lo llamó a voces y a silbidos hasta que le dijeron de su salto al río. Bajó hasta las peñas donde su hijo solía sentarse a mirar las aguas, indiferente ante el tiempo y ante los hombres, pensando dios sabe qué. María sintió que nunca volvería a verlo.

El Jirón de Niebla

Relatos Propios

«No hay relación entre la creatividad y la locura, creo que es justamente lo contrario. Todos estamos locos, o ansiosos, o deprimidos, o bebemos demasiado, o nos gusta el sexo demasiado, lo que sea, pero la manera de sobrevivir a todo ello es encontrar el modo de hacer algo creativo, eso es lo que consigue que a las tres de la mañana en lugar de pegarse un tiro en la cabeza, alguien se ponga a componer una sinfonía.»
James RhodesEntrevista publicada en Ruta 66 nº339, julio-agosto de 2016

Pajarito

Relatos Propios

Pesaba más de cien kilos y le llamaban Pajarito. Podrían haberle llamado Polifemo, pero el que ponía los motes en el barrio no estaba muy familiarizado con la mitología griega. Pajarito era cándido como un niño y fuerte como un tiro de bueyes. Muchas veces en la obra -donde siempre le tocaban los trabajos más duros- dejaba todo y se sentaba en el andamio con los pies colgando hacia el abismo. Y pasaba el resto de la tarde sin hacer nada, con la mirada perdida más allá de la ciudad. Como un alelado.

Hank

Relatos Propios

Para él, lo suyo no tenía mérito, como tampoco lo tenían los payasos tristes. Como ellos, él se vestía de brillantes colores y salía frente a las candilejas a escenificar una pena exagerada. Un par de trucos aprendidos y la gente se rompía las manos aplaudiendo. Nunca viene mal ver a otro que sufre más que tú. Siempre es fácil pensar que los versos hablan de tu corazón.

Oración

Relatos Propios

Cuando empecé en el mundo de los blogs, hace de esto un millón de palabras, la primera persona con la que congenié fue Arena. Desde entonces no hemos perdido contacto: con épocas de mayor actividad, con otras casi desaparecidos, pendientes en todo momento. Siempre la he sabido muy cercana.
Arena me regaló una frase cuando la pedí… y además me dio permiso para iluminar mi cuento con dos de sus bellísimas pinturas. Es un honor para mí presentarsela a ustedes: en el mundo «real» se llama Carmen AG y, aunque anda ahora un poco apartada, les recomiendo que no pierdan de vista su blog «Hoy empieza todo… Un mar de sentimientos»  ¡Y estén atentos también a la cartelera de exposiciones de su ciudad!
Ésta no es la primera vez que escribo sobre ella. Tampoco es la primera entrada que compartimos, seguro que tampoco la última. Este año, además, me dio la sorpresa de la temporada 😉

¡Un fuerte abrazo, hermanita!