Es frecuente escuchar a los autores decir aquello de «Mis personajes cobran vida propia y llevan las historias donde yo nunca hubiese previsto«. Casi es un tópico ya en las entrevistas. Por si le vale de algo mi opinión – la mía, que soy sólo un aficionado a esto de escribir – aquí se la dejo: a mí también me pasa.
Dolores y su marido Manuel Céspedes nacieron de casualidad hace ahora unos tres años y medio. Yo quería contar en una entrada del blog Igual te Interesa una historia real, sucedida en los primeros momentos de la II República y que había conocido, también por casualidad, a través de una canción de Chicho Sánchez Ferlosio. Tenía reunida abundante documentación sobre el episodio; pero, como otras veces, pensé que la mejor manera de transmitir el fondo de la historia era personificarla: crear personajes ficticios y escribir la narración desde su punto de vista. Así lo hice y así nacieron Manuel y Dolores. Y así estaba previsto que finalizase su andadura.