36 horas en el Reino

Viajes

Que a todas las ciudades se llega desde las afueras es una verdad tan perogrullesca que hasta da un poco de vergüenza empezar así una entrada. Años atrás, las afueras eran los arrabales, territorio para las casas de lenocinio y los lavaderos junto al río. Hoy son polígonos y centros comerciales: no han perdido atractivo para los ciudadanos de bien.

«La mención de Pamplona removió algo dentro de su cuerpo cuya naturaleza no consiguió identificar en ese instante. Aquella mañana, Rebeca Turumbay se levantó con la incómoda sensación de que no iba a ser un gran día. Un lunes plomizo la recibió al salir a la calle y enseguida comenzó a caer una fina lluvia que, según la previsión meteorológica, los acompañaría tímida pero constantemente durante varias jornadas.»
Estela ChocarroNadie ha muerto en la catedral